Producción de plántulas en invernadero

En Sinaloa, la producción de plántulas de hortalizas es una práctica común. En la mayoría de los campos agrícolas producen su propia plántula, aunque existen invernaderos privados dedicados a la producción y venta de plántulas. Las razones para producir sus propias plántulas son varias: el costo de la semilla, control sobre sus materiales, sanidad de las plántulas, desarrollo de raíces, el tamaño de las plántulas, etcétera. La calidad de las plántulas al recibirlas deben cumplir los requisitos acordados.

El objetivo es producir plántulas con un sistema radicular abundante, con tallos gruesos, altura media y que estén sanas (libres de daños por insectos y patógenos).




Invernadero

El invernadero debe estar limpio por dentro y por fuera, libre de malezas y basura, realizar una desinfección de todo el interior. Revisar la estructura y los rieles o carriles y pintarlos si es necesario.

Es muy importante saber cuantas charolas caben por carril y cuantas en total dentro del invernadero. Otra medida práctica es revisar cortinas y plástico del techo, reparar con anticipación cualquier falla. Asegurarse que haya ventilación.


Equipo de riego.

Es muy recomendable revisar y mover el equipo de riego, motor, cables, estructura, mangueras, tuberías, boquillas, etcétera: asegurarse que todo el equipo de riego esté en perfectas condiciones, que las boquillas asperjen correcta y uniformemente y que estén en la posición adecuada.

Una vez revisado el equipo de riego, es conveniente calibrarlo, es decir, saber exactamente cuanta agua tira en una pasada y cuanto tiempo tarda en realizarla. Esta información es útil para programar los riegos y la fertilización.


Calidad del agua

Se debe conocer las características químicas, biológicas y físicas; por ejemplo: en lo químico, conocer el pH, cantidad de sales presentes (conductividad eléctrica), si tiene carbonatos y bicarbonatos. En lo biológico, verificar si viene contaminada por bacterias y hongos que dañan las plantas, así como microorganismos que dañan la salud como E. coli Salmonella. En lo físico, revisar aspectos como turbidez, basura, etcétera, Un producto de uso común es el permanganato de potasio (2-4 gramos por m3 de agua).


Charolas

Existen en el mercado charolas de diferentes tipos, tamaños y cavidades, de plástico y poliestireno. Las más comunes son de poliestireno (hielo seco) por sus características térmicas para esta región, las hay de 128, 200, 242, 338 cavidades: usted elija de acuerdo con el tamaño de su invernadero.


Las charolas deben lavarse y desinfectarse antes de ser utilizadas. Productos de uso común son: Mect-5 1.0 litro/100 litros de agua y vapor caliente 80º C.


Tierra (sustrato)
Existen en el mercado, diferentes tipos de tierra. Los aspectos a considerar son: saber si viene con nutrientes o es una tierra pobre, conocer el valor de pH y las sales que contiene.


Es conveniente saber si viene tratada con micorrizas o algún material biológico. Son comunes los sacos de 300 litros de tierra. La tierra se desmorona en un depósito (generalmente una tina metálica). La tierra se humedece con agua limpia (agua tratada) hasta que al apretarla con la mano salen unas cuantas gotas, en algunas agrícolas se adicionan vermiculita (10-20%) para facilitar la aireación en las raíces.


Una charola de 200 cavidades pesa aproximadamente 350 gramos, se llena con 1,300 gramos de tierra, se tapa con 80 gramos de vermiculita y le caben un promedio de 1,300 gramos de agua al saturarla después de la siembra.




Vermiculita


La vermiculita se utiliza para las semillas. Hay tres tamaños pero la más común en la número dos. Una vez selladas las charolas con vermiculita se aplica el riego. Cada charola se lleva entre 75 y 100 gramos de vermiculita.


Llenado de charolas


En la mayoría de los campos agrícolas, las charolas se llenan manualmente, se aprietan con las manos y quedan listas para que se hagan los orificios donde se colocan las semillas.


Hay campos agrícolas donde las charolas se llenan con maquina. Cada charola puede llenarse con 1,300 y hasta 2,000 gramos de tierra, dependiendo del grado de compactación deseado.




Siembra


En la mayoría de los campos, la siembra se realiza manualmente, colocando una semilla por cavidad. También hay maquinas sembradoras (automáticas) que utilizan placas o discos y succión de aire: son muy eficientes. En realidad la siembra es eficiente, se pueden sembrar 80-100 charolas por persona.


Periodo de germinación y emergencia


Las charolas una vez que están sembradas y bien regadas, se llevan a un lugar sombreado para que inicie la germinación (hay cuartos especiales de germinación con temperatura y ambiente controlado). El proceso de germinación inicia justo cuando las semillas embeben agua, se hinchan e inician las reacciones del proceso de germinación: primero sale la radícala. Este proceso tarda horas y la emergencia dura días (puede durar hasta 6 días, depende del cultivo)


Durante este periodo, las charolas deben estar apiladas en estibas dentro de un cuarto o dentro del invernadero: pueden estar tapadas con plástico. Es importante detectar el justo momento en que hay que extenderlas en el invernadero; de lo contrario, por falta de luz, se alargan y pueden no servir.


Manejo de agua


El agua debe estar tratada para eliminar bacterias, hongos y materiales sólidos en suspensión. Se utiliza para humedecer la tierra para la siembra. Se aplica un riego de saturación después de la siembra. Este debe ser un riego con abundante agua (hasta que escurra). Las charolas de 200 cavidades pueden retener hasta 1,400 gramos de agua.

Cuando las charolas se extienden deben regarse de nuevo para reponer el agua perdida durante el periodo de germinación y el inicio de la emergencia (debe ser un buen riego).


Una vez que ocurre la emergencia, los riesgos son para reponer el agua que se pierde, tomando en cuenta el déficit para tener aireación y un 70% de humedad. La mejor forma de hacerlo es pesando charolas todos los días en la mañana (antes de regar) y después del riego para saber el peso ganado con el riego. Esta práctica es un procedimiento seguro.




Fertilización


Generalmente se indica la fertilización cuando tenemos arriba del 90% de emergencia, cuando inicia la aparición de las primeras hojas verdaderas. Se aplica fósforo, potasio, y calcio desde el inicio; magnesio y micronutrientes una semana después, se aplica enraizador en dos y hasta tres ocasiones. El nitrógeno se dosifica muy bajo y se incrementa en la última semana. Las dosis se especifican en gramos o mililitros por litro de agua aplicada.


Dosis baja 0.25-0.50 gramos por litro (g/L).


Dosis media 0.50-1.0 g/L.


Dosis alta 1.0-1.5 g/L


La recomendación en cuanto a fertilización es que se aplique el fertilizante en una o en dos pasadas de agua y dar una aplicación de pura agua para bajar el fertilizante a la zona de radicular y evitar quemaduras de hojas.


Los riegos generalmente reponen entre 300 y 500 gramos de agua por charola por día.




Manejo de malla sombra o pantalla aluminet


Existen en el mercado mallas sombra con diferentes porcentajes de sombra. En los invernaderos de plántulas en Sinaloa, las mallas comunes son del 80% de sombra.


Cuando las charolas llegan al invernadero (charolas sembradas), debe estar colocada la malla sombra; así permanece hasta que las plántulas alcanzan los primeros 4 cm de altura, para luego quitarla por periodos cortos y evitar el crecimiento rápido de las plántulas. Se pone la malla por las mañanas, cuando la temperatura se acerca a los 34º C, (entre 10-11 horas) y se quita por las tardes. Cada día se acorta el periodo con sombra hasta quitarla totalmente. Este proceso es bien importante y requiere mucha responsabilidad para moverlas en las horas más calientes del día.




Plántulas terminadas


Las plántulas están listas para salir a plantarse, ya sea al campo, en mallas sombra o invernaderos. Las plántulas deben llenar los siguientes requisitos: tallos gruesos y fuertes, raíces sanas y abundantes, altura de 13-15 cm y hojas verde claro y libres de plagas y enfermedades.


Dependiendo del tipo de cultivo es el periodo que duran en el invernadero, por ejemplo:


Pepinos 13-16 días.


Tomates 28-35 días.


Chiles bell 30-40 días.

Por último, es recomendable que en el proceso de plantación, las plántulas deben quedar establecidas con su raíz verticalmente; de lo contrario pueden tardar hasta tres semanas para crecer normalmente.