Los sustratos para el cultivo de hortalizas y flores de corte en invernaderos
ubicados en zonas tropicales serán analizados en este capítulo, contrastando su
uso versus el cultivo en tierra, destacando los sustratos a base de aserrín de
coco, materia orgánica compostada y arena, resaltando las ventajas y desventajas
de cada uno de ellos, así como el aporte que puede hacer la cascarilla de arroz
a cada uno de ellos.
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El suelo como sustrato ideal
El suelo como sustrato ideal está conformado por 25% de aire en macroporos,
25% de agua en microporos, 5% de materia orgánica y 45% de suelo puro, el cual
debería contener 60% de arena, 20% limo y 20% de arcilla, el pH debería estar
entre 6 y 7 y la salinidad lo mas baja posible, existiendo equilibrio entre los
cationes calcio, magnesio y potasio y con la menor cantidad posible de sodio y
aluminio. Por supuesto esto es prácticamente imposible de lograr en forma
natural y para ello se hacen las enmiendas de suelo como la incorporación de cal
agrícola o cal dolomítica, tambien con el lavado de sales por riegos excesivos o
con la incorporación de materia orgánica al suelo.
Así mismo el suelo ideal debe estar libre de malezas, plagas y enfermedades,
siendo la estrategia para este fin la desinfección con productos como el bromuro
de metilo (hoy prohibido), formol, o el metam sodio. El vapor es útil si se
disponen de grandes calderas. También dentro de la agricultura orgánica se usa
la solarización que produce vapor al cubrir el suelo húmedo con plástico, por
supuesto este método requiere de por lo menos un mes para ver los
resultados.
En la práctica lograr todo lo planteado en los dos párrafos precedentes es
prácticamente imposible, tanto a campo abierto como en invernaderos. Surge en
consecuencia el uso de sustratos artificiales para acercarse a estas condiciones
ideales y al depositarse en contenedores los requerimientos varían notablemente
especialmente en lo que concierne a la aireación que se desea mayor a si se
cultiva en suelo directamente.
Justificación de los sustratos
A campo abierto la elección de sustratos no tiene tanta sustentación
económica con la firme excepción del cultivo de plantas en contenedores como los
viveros de ornamentales y frutales.
En el caso de invernaderos el uso de sustratos debe estar supeditado al tipo
de suelo donde está construido el invernadero. Si el suelo donde está el
invernadero, es de muy buena calidad y con la incorporación de materia orgánica
o arena, usted puede mejorarlo significativamente, entonces usted debe sembrar
en suelo directo, considere el principio de a menor inversión se produce mayor
ganancia en relación al capital invertido, entonces la tasa de utilidad o tasa
interna de retorno aumenta.
Siempre debemos producir la mayor cantidad de alimento invirtiendo la menor
cantidad de dinero posible y colocar sustratos en un invernadero representa un
gasto importante. Piense que al no usar sustrato, con el dinero que usted se
ahorra al no usar sustrato, podría construir otro invernadero o aumentar la
superficie del que ya posee.
Ahora si el suelo es de muy mala calidad, por ejemplo esos suelos rojos o
amarillos muy ácidos, típicos de las sabanas tropicales, como los llanos
Colombovenezolanos, o si su suelo a pesar de tener muy buena calidad, como los
de la Sabana de Bogotá, pero presenta una enfermedad muy difícil de curar, como
el Fusarium en claveles, entonces usted debe considerar el uso de sustratos
artificiales, preferiblemente esterilizados.
Tipos de sustratos tropicales
Al decidir usar sustratos, debemos considerar que elementos tenemos
disponibles en nuestro entorno, de tal forma de reducir la inversión y maximizar
la rentabilidad.
El Aserrín de coco el sustrato tropical mas recomendado
Recomendamos leer el libro " œTratado de cultivo sin suelo" , cuyo autor es
Miguel Urrestarazu Gavilán de ediciones Mundi-Prensa, año 2004. Este libro es
realizado con la colaboración de diversos investigadores de La Consejería de
Agricultura y Pezca de la Junta de Andalucía y de la Universidad de Almería en
España.
Si bien en nuestra página web no damos mucho peso a ser sistemáticos con el
origen de la información (como si lo deben hacer los trabajos científicos) y
orientamos lo expuesto, a nuestras experiencias profesionales, en el cultivo de
plantas en las zonas tropicales, o en las experiencias alcanzadas por los
agricultores asesorados por nosotros, en este caso si quisimos indicarles este
libro, ya que en el se plasma que: " œel aserrín de coco tiene el mismo
comportamiento que la lana de roca" considerada como el mejor sustrato para el
cultivo sin suelo, e incluso supera a la turba en mucha de sus propiedades.
Este preámbulo se lo hacemos porque en nuestro programa de asistencia técnica
hemos observado, algunos agricultores cegados por visitas a Holanda, Canadá o
España terminan queriendo implantar en nuestras zonas tropicales lo que ven en
otras latitudes, entonces terminan importando algún tipo de sustrato, creyendo
que hacen la mejor inversión, al gastar un dinero que podrían usar en mejorar
sus explotaciones localmente. Por esta razón descartamos para las zonas
tropicales: la perlita, la vermiculita, la lana de roca y la turba, todos
recomendados como sustratos en toda la literatura especializada proveniente de
zonas templadas.
En dicho libro se lamentan porque el cocotero no se cultiva en España, por lo
que tienen que importar todo el aserrín de coco que necesiten!!! Es tonto decir
que el cocotero es una planta tropical que se cultiva en todos nuestros países
tropicales para la producción de copra y extraer el aceite tanto para uso
industrial en la confección de jabones como para el consumo directo por los
humanos, siendo la concha de coco un subproducto que en muchos casos se desecha,
sin embargo algunos emprendedores lo procesan extrayendo fibra de coco para
fabricación de colchones quedando como subproducto de ese subproducto el aserrín
de coco tan deseado por nosotros.
El aserrín de coco debe ser tratado para poderlo usar como sustrato en
nuestros cultivos, para ello hay que regarlo en abundancia para sacar la mayor
cantidad de taninos y sales que son tóxicas para las plantas, el agua se debe
aplicar simultáneamente por drench y por el sistema de goteo hasta que la
conductividad eléctrica del agua de drenaje alcance valores por debajo de 1
dS/cm, el pH normalmente alcalino debe ser bajado con ácidos hasta pH=5,5.
El aserrín de coco es inerte, no aporta, ni retiene nutrientes, todo el
fertilizante que requiere la planta debe ser aplicado por el agua de riego la
cual debe tener un perfecto equilibrio entre los nutrientes para que no se
presenten problemas de deficiencia tan comunes al usar este sustrato.
Otro punto a considerar en este sustrato es que es hidrofóbico y que al
secarse cuesta mucho para humedecerse otra vez, por lo que se debe incorporar
por el sistema de injección de fertilizantes algún agente humectante como el
poliglicol eter que rompa la hidrofobicidad de este sustrato. Es común que en un
contenedor existan zonas con exceso de humedad y otras muy secas cuando no se
usan estos productos.
La materia orgánica producida por compostaje un sustrato agroecológico en el
trópico:
Otro recurso que disponemos en abundancia es materia orgánica, en los
cultivos de flores de corte, por ejemplo, es común al preparar las flores para
la venta en las salas de empaque, retirar el follaje de la parte inferior de las
flores, esto genera una gran cantidad de materia orgánica, que se puede por un
proceso de compostaje convertir en un sustrato para el cultivo de plantas, si
bien durante el proceso de compostaje el mismo se calienta y mueren los
patógenos, nosotros recomendaríamos hacer una rotación es decir el sustrato
proveniente de rosas usarla para claveles o gerberas y viceversa.
En el caso del cultivo del tomate y del pimentón es común obtener gran
cantidad de material vegetal, al momento de hacer deshojados basales y podas,
que como en el caso del follaje generado por las flores, pueden correr la misma
suerte y usarse en compostaje.
El deshojado en tomate produce material vegetal que puede usarse para
fabricar sustratos orgánicos
Mataderos industriales de pollo están compostando los residuos de sangre,
plumas y viceras de tal forma de pasar las regulaciones ambientales de residuos
y producen un sustrato rico en nitrógeno.
La Universidad Simón Bolívar en Venezuela composta todos sus residuos
orgánicos provenientes del mantenimiento del paisajismo de sus jardines y lo
convierte en sustrato para la producción de flor de navidad, tomate y
pimentón.
La materia orgánica compostada presenta la ventaja de su importante aporte de
nutrientes, que incluso puede sustituir la fertilización inorgánica, dando la
posibilidad de hacer agricultura orgánica, ecológica u organopónica como se le
conoce comunmente y la misma será sustentable en la medida que se incorpore
nueva materia orgánica cada vez que termine un cultivo de tal forma que se
reintegrar al sustrato los nutrientes extraidos por los cultivos.
El enrriquecimiento de el sustrato con cal y roca fosfórica también es
permitido en la agricultura ecológica, el riesgo se presenta en los cultivos
aprovechados por sus frutos para suplir los grandes requerimientos de potasio y
se pueden quedar los frutos pequeños por falta del referido nutriente.
Los sutratos orgánicos tienen como ventaja adicional, la retención de agua
que crea condiciones buffer para los casos en que falle el suministro de
riego.
El problema que presentan estos sustratos compostados es su alto contenido de
nitrógeno por lo que las plantas tienden a irse en vicio y crecer muy
aceleradamente, tienden a ser plantas muy altas lo cual no es necesariamente
bueno dentro de los invernaderos. Otro problema es su tendencia al
apelmazamiento con la humedad, la cual reduce la aireación y afecta el
desarrollo radical como se explica en el artículo sobre la respiración
vegetal.
Estos sustratos orgánicos despues de su desinfección deben ser colonizados
con microorganismos beneficiosos como el Tricoderma para que no sea conolizado
por organismos perjudiciales como Phythophthora, Phytium o Fusarium.
Recomendamos leer el artículo de Control Biológico de Ralstonia.
La cascarilla de arroz mejora propiedades de los sustratos tropicales
La cascarilla de arroz es otro recurso muy disponible en nuestras tierras
tropicales, el cual es un subproducto de la producción de arroz para consumo
humano, el cual está llamado a resolver los problemas que se generan con el uso
de aserrín de coco o materia orgánica comportada puros, cada agricultor debe
explorar cual es la proporción ideal para sus condiciones de trabajo, pero la
misma se encuentra alrededor del 50% cascarilla y 50% del otro sustrato. Hay que
tener especial cuidado en desinfectar la concha de arroz dado que la misma
contiene semillas de malezas y transporta enfermedades como la Rizoctonia tan
común en el cultivo del arroz y tan dañina en nuestras flores y hortalizas en
especial cuando las mismas están pequeñas.
La arena de río lavada como sustrato de cultivos hidropónicos en el
trópico
La arena es otro recurso disponible en el trópico y ayuda al igual que la
cascarilla de arroz a mejorar los problemas del uso de aserrín de coco y materia
orgánica comportada. Nuestra experiencia es usando arena de río en 70% y 30% de
materia orgánica para el cultivo de gerberas. Sin embargo tuvimos algunos
problemas con Phythophthora en las coronas de las plantas que nos motivó a usar
agroquímicos.
La arena debe ser del tipo silicea y debe evitarse a toda costa el uso de
arenas calcareas como el coral molido dado que se crean problemas nutricionales
importantes.
Nuestro profesor de hidroponía el Dr. Ganímedes Cabrera recomienda
ampliamente el uso de arena pura como sustrato en cultivos hidropónicos. Si se
utiliza arena sola el manejo debe ser similar al aserrin de coco en cuanto al
balance de nutrientes, pH y salinidad.
Al incorporar materia orgánica descompuesta ya no se considera cultivo
hidropónico y se crea un efecto buffer importante y el sustrato pasa a aportar y
retener agua y nutrientes muy interesante en el caso de que exista algún
desbalance puntual de nutrientes o fallas en el sistema de riego.