Una mosca nuevamente identificada en Norteamérica caza las plagas de invernaderos


Insectos en los invernaderos en Norte América deben tener cuidado, porque hay un nuevo predador entre ellos.

Algunos científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) han ayudado colegas de la Universidad de Cornell en hacer la primera identificación en este continente de la mosca cazadora del Viejo Mundo, Coenosia attenuata.

Este predador alado es originalmente de Europa, donde también se conoce como "la mosca tigre". Un miembro de la misma familia de insectos como la mosca casera común (Muscidae), la mosca cazadora del Viejo Mundo ataca algunos de los insectos que plagan los invernaderos. Estos incluyen zancudos de hongo, las moscas scatella, minadoras, moscas de la fruta, moscas palomillas y algunas saltarillas.

La presencia en EE.UU. de la mosca cazadora del Viejo Mundo fue confirmada en estudios por Emily Sensenbach, quien es una estudiante graduada de Cornell, bajo la dirección del ecólogo Steve Wraight de la Unidad de Investigación de la Protección de Plantas (PPRU por sus siglas en inglés) y el profesor asociado John Sanderson de Cornell. PPRU está ubicada en el campus de Cornell en Ithaca, Nueva York.

Según Wraight, esta mosca particular cumple con su nombre – y no sólo porque se alimenta de otros insectos voladores. Aparentemente, también disfruta un reto.

La mosca se sienta, espera y solamente persigue la presa que está en vuelo. Cuando coge su objetivo, la mosca pincha el insecto con una parte de su boca semejante a una daga y consume el líquido dentro de su víctima. Las larvas de mosca que viven en el suelo también son predadoras, alimentándose principalmente en la larva de otros insectos.

Esta mosca primero fue observada en EE.UU. en 1999 en el condado Onondaga en Nueva York. Wraight no está seguro de cómo llegó la mosca al Nuevo Mundo, pero sospecha que el sector hortícola tuvo un papel.

Él también dice que la mosca se vio en Sudamérica, Asia sureña, África, las Islas Canarias, Nueva Guinea y Australia antes de ser identificada en EE.UU.

Según Wraight, hay un potencial considerable de usar las moscas cazadoras en el control biológico de plagas de insectos.

La investigación acerca de la mosca cazadora fue financiada por la Iniciativa de Investigación de Floricultura e Invernaderos del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés).