SISTEMA DE CALEFACCIÓN Y APROVECHAMIENTO DE CO2 EN INVERNADEROS MEDIANTE COMBUSTIÓN DE BIOMASA

El sector agrario en la Comunidad Autónoma de Castilla y León ha sido históricamente el motor económico de la Comunidad. En estos últimos años, mientras que en otras zonas agrícolas de España se ha reducido su importancia, en Castilla y León ha experimentado un pequeño crecimiento, siguiendo como un sector de alta importancia. Sin embargo, este sector se está planteando un giro que lleve a incorporar métodos de cultivo que hasta ahora tienen una pequeña presencia, como es el caso de los invernaderos, que en la actualidad cuentan con aproximadamente 200 ha, y que son un método eficiente para la producción agrícola.
La utilización de invernaderos como método de cultivo está extendiéndose cada vez más, ya que las demandas de la población hace que se tengan que producir diferentes alimentos en estaciones del año en las cuales no pueden ser obtenidos por los métodos tradicionales, ya que las condiciones climáticas no son las apropiadas. A través de la utilización de los invernaderos se consiguen condiciones similares a las óptimas para el crecimiento de los diferentes cultivos, para lo cual se debe aportar calor en forma de calefacción. Por este motivo la producción de cultivos en invernadero conlleva unos costes que pueden hacer que en zonas con climas continentales como es el de Castilla y León, la viabilidad económica de estas instalaciones no sea la esperada. El aporte de calor es una práctica que se está extendiendo cada vez más en los invernaderos, ya que con ello se consigue que la eficiencia de las producciones sea similar a la obtenida en condiciones de cultivo optimas.
Sin embargo, la utilización de calefacción en zonas con bajas temperaturas hace que, para evitar grandes pérdidas de calor, los invernaderos se mantengan cerrados el máximo tiempo posible y la aireación que se lleva a cabo sea la mínima imprescindible. Esto conlleva que las concentraciones de CO2 en el interior del invernadero sean muy bajas, ya que este gas es utilizado por las plantas para llevar a cabo la función fotosintética, y se disminuya el crecimiento de las mismas. Debido a esta carencia de CO2 en la atmósfera interna de los invernaderos por falta de aireación, es necesario aportar cantidades de CO2 que hagan que se igualen las concentraciones de este gas en el interior y en el exterior, incluso aumentando las concentraciones en el interior hasta niveles que sean capaces de absorber las plantas y mejoren su desarrollo. En algunos países del norte de Europa, en los cuales las condiciones climatológicas son adversas para el cultivo fuera de invernadero, ya se están utilizando sistemas de calefacción en los que se utilizan combustibles convencionales en un quemador interno, aportando CO2 con dicho quemador.También se está introduciendo CO2 con otras tecnologías como a través del uso de botellas a presión. Sin embargo, hasta el momento no se ha tenido en cuenta el desarrollo de un sistema de combustión de biomasa con recuperación de CO2 que minimice el impacto ambiental, utilice energías renovables como fuente energética y aproveche el CO2 de los gases de escape como aporte suplementario para los cultivos.
Con este proyecto, realizado en colaboración con la empresa de ingeniería BESEL, se pretende llevar a cabo un estudio de viabilidad técnica previo a desarrollo industrial sobre un sistema de valorización de biomasa residual con introducción del CO2 de los gases de escape del sistema de combustión. De esta forma se pretende abaratar costes de producción mediante la sustitución de combustibles convencionales alóctonos por otros renovables y autóctonos, y mejorar la productividad por el aporte de CO2 suplementario a las plantas.