Manejo de la luz en Invernaderos: Los beneficios de Luz de Calidad en el cultivo de Hortalizas


1. Introducción 

Se han identificado más de 20 factores importantes para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Los más importantes son: la nutrición, las malezas, las plagas y las enfermedades, la temperatura y la luz.  En un cultivo bajo invernadero algunos factores pueden ser controlados, principalmente la luz y la  temperatura, de tal manera que los rendimientos de cosecha sean los más próximos al potencial  genérico de la variedad o especie. El microclima bajo invernadero debe ser el más próximo a las  condiciones biológicas óptimas para la variedad cultivada. El manejo del invernadero se presenta  como el factor determinante del éxito del agro negocio. 

2. Los factores de producción: la luz y la temperatura 

La luz: es un factor imprescindible para llevar adelante una serie de procesos fisiológicos en las plantas, siendo el más importante de todos la “fotosíntesis”. Los pigmentos vegetales involucrados en  la fotosíntesis son las antocianinas (azul, hoja y púrpura en color), los carotenoides (naranjas y  amarillos en color) que absorben 450-500 nm (azul y verde) y pueden cambiar energía con la clorofila  para ayudar en la fotosíntesis; los fitocromos que absorben la luz roja (660 nm) y la luz roja extrema  (730 nm) siendo responsables por la fotomorfogenesis y por las respuestas de fotoperiodismo. 

Las hojas absorben eficazmente la luz en las longitudes de onda de las regiones del azul (400–500 nm) y rojo (500–600 nm) del espectro de radiación solar. Los fitocromos, fotoreceptores de las plantas,  tienen su máxima sensibilidad en las regiones del rojo (R) y rojo lejano (RL) del espectro. Baja relación  R:RL causa una reducción en la proporción de fitocromos que están en la forma activa y esta  reducción estimula la elongación del tallo. Alta relación R:RL favorece la fotosíntesis y, por tanto,  mayor producción de azucares y materia seca, estimulando el crecimiento. Las longitudes de onda que  las plantas se utilizan son llamadas de luz fotosintéticamente activa o PAR (400 a 700 nm, cerca de  45 al 50% de la radiación global). 

La luz actúa sobre la asimilación de carbono, la temperatura de las hojas y en el balance hídrico, y en el crecimiento de órganos y tejidos, principalmente en el desarrollo de tallos, expansión de hojas y en  la curvatura de tallos, interviene también, en la germinación de semillas y en la floración. La luz y la  temperatura están directamente correlacionadas. En mayores niveles de luz hay mayor temperatura y  a mayores niveles de temperatura hay mayor transpiración y consumo de agua. A mayor luminosidad  en el interior del invernadero se debe aumentar la temperatura, la humedad relativa (HR) y el gas  carbónico (CO2), para que la fotosíntesis sea máxima; por el contrario, si hay poca luz pueden  descender las necesidades de otros factores. 

La calidad de la luz varía ligeramente en la naturaleza, principalmente de acuerdo con la localización  de la producción o invernadero. La calidad de luz tiene influencia en la tasa de fotosíntesis. A mayor  altitud, las plantas están más expuestas a longitudes de las fracciones azul y ultravioleta del espectro  de radiacción. A nivel del mar, la luz es en parte filtrada y su calidad disminuida. Plantas que son  cultivadas en una condición o influencia de mucha sombra reciben abundante luz de las fracciones  azul y roja y tienen su crecimiento perjudicado, creciendo más largos y delgados por una tasa  fotosintética más baja. Intensidades de luz muy altas pueden reducir el crecimiento por resultado de un “estrés hídrico”. 

La intensidad de la radiación solar que llega a la superficie de la tierra se reduce por varios factores variables, entre ellos, la absorción de la radiación, en intervalos de longitud de onda específicos, por los gases de la atmósfera, dióxido de carbono, ozono, etc., por el vapor de agua, por la difusión  atmosférica por la partículas de polvo, moléculas y gotitas de agua, por reflexión de las nubes y por la  inclinación del plano que recibe la radiación respecto de la posición normal de la radiación. México es un país con alta incidencia de energía solar en la gran mayoría de su territorio siendo la zona norte  una de las más soleadas del mundo.  

La temperatura: es el parámetro más importante a tener en cuenta en el manejo del ambiente dentro de un invernadero, ya que es el que más influye en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Para el  manejo de la temperatura es importante conocer las necesidades y limitaciones de la especie  cultivada. Para una determinada práctica agricola tenemos que conocer la temperatura mínima letal  que es aquella por debajo de la cual se producen daños en la planta y las temperaturas máximas y  mínimas biológicas que indican valores, por encima o por debajo respectivamente del cual, no es  posible que la planta alcance una determinada fase vegetativa, como floración, fructificación, etc. Las  temperaturas nocturnas y diurnas indican los valores aconsejados para un correcto desarrollo de la  planta. 

La temperatura en el interior del invernadero, depende de la radiación solar incidente, comprendida en una banda entre 200 y 4000 nm. El aumento de la temperatura en el interior del invernadero se origina  cuando el infrarrojo largo, proveniente de la radiación que pasa a través del material de cubierta, se  transforma en calor. Esta radiación es absorbida por las plantas, los materiales de la estructura y el  suelo. Como consecuencia de esta absorción, éstos emiten radiación de longitud más larga que tras  pasar por el obstáculo que representa la cubierta, se emite radiación hacia el exterior y hacia el  interior, calentando el invernadero. 

El calor se transmite en el interior del invernadero por irradiación, conducción, infiltración y por convección, tanto calentando como enfriando. La conducción es producida por el movimiento de calor  a través de los materiales de cubierta del invernadero. La convección tiene lugar por el movimiento del  calor por las plantas, el suelo y la estructura del invernadero. La infiltración se debe al intercambio de  calor del interior del invernadero y el aire fresco del exterior a través de las juntas de la estructura y la  radiación, por el movimiento del calor a través de la zona transparente.  



                           Tabla 1. Exigencias de temperatura para distintas especies

                                     TOMATE PIMIENTO BERENJENA PEPINO MELÓN SANDÍA
Tª mínima letal                   0-2             (-1)                 0                 (-1)            0-1        0
Tª mínima biológica         10-12           10-12          10-12           10-12        13-15    11-13
Tª óptima                        13-16           16-18          17-22           18-18        18-21    17-20
Tª máxima biológica         21-27          23-27          22-27           20-25        25-30    23-28
Tª máxima letal                33-38           33-35         43-53            31-35        33-37   33-37





Normalmente, durante el día la temperatura en el invernadero es mayor que en el exterior, pero  durante la noche, en la que no existe aporte de radiación solar, el suelo se comporta como un cuerpo negro y emite energía en forma de calor hacia el exterior. Esto es lo que se conoce como “efecto  invernadero”. En la medida en que el material de cubierta del invernadero sea más o menos  impermeable a la radiación, esta se reflejará de nuevo hacia el suelo y la temperatura del interior será  mayor o menor durante la noche. 



En algunas áreas geográficas es recomendable la reducción de la transmisión de energía térmica solar no luminosa (NIR). Es frecuente para evitar el calentamiento excesivo emplear mallas de  sombreo en el interior o exterior del invernadero y la utilización del blanqueo del filme con la aplicación  de un producto especifico en la capa exterior de la cubierta. Ambas soluciones tienen un efecto  negativo: además de reducir la transmisión NIR también disminuyen la PAR, que es la radiación que  necesitan las plantas para realizar la fotosíntesis y que debería mantenerse siempre lo más alta  posible. 

3. Producción en Invernaderos y Casas de Sombra 

Podemos definir un Invernadero como una estructura cerrada cubierta por materiales transparentes,  dentro de la cual es posible obtener unas condiciones artificiales de microclima, y con ello cultivar  plantas fuera de estación en condiciones óptimas. Las casas de sombra son estructuras con  coberturas de pantallas negras o blancas, cerradas o no en sus laterales. Las ventajas de su  utilización son: precocidad en la producción de frutos, aumento de la calidad y del rendimiento de los  cultivos, producción fuera de época, ahorro de agua y fertilizantes, mejora del control de insectos y  enfermedades y la posibilidad de obtener más de un ciclo de cultivo al año.  

Las condiciones climáticas locales son determinantes del microclima generado dentro de un  invernadero y de su manejo futuro, por lo que su conocimiento previo es necesario al construir el  invernadero. El clima de una zona está condicionado por los intercambios radiactivos entre el sol y la  tierra. Los elementos más importantes del clima para los invernaderos son la radiación solar, la  temperatura, la humedad, el viento y las precipitaciones. 

Para el cerramiento de invernaderos se puede utilizar varios materiales entre ellos el polietileno de baja densidad (PE). El PE es el plástico flexible más empleado actualmente, principalmente por su  bajo precio, a sus buenas propiedades mecánicas, y a la facilidad para incorporar aditivos que mejoran  sus prestaciones. Los aditivos más utilizados son los absorbentes de radiación UV, los secuestradores  de radicales libres, los estabilizantes (HALS - Hindered Amines Light Stabilizers), los aditivos de  proceso y los aditivos de aplicación (deslizantes, antibloqueo, estabilizantes frente a UV, aditivos  térmicos, pigmentos). 

El PE transparente tiene un poder absorbente de 5 al 30% en los espesores utilizados en agricultura, el poder de reflexión es de 10 al 14% y el poder de difusión es bajo. La transparencia del PE está  comprendida entre el 70-85%. Podemos decir que dentro del invernadero cubierto con PE se percibe  un 15-30% menos de luz aproximadamente que en el exterior 

Los tipos de películas o filmes para cubiertas de invernadero de PE más comunes son: 

 Polietileno Normal: presenta muy poca opacidad a las radiaciones nocturnas del suelo; es permeable  en un 70% a las radiaciones de longitud de onda larga que emiten el suelo y las plantas, retiene un  poco el calor que emiten las plantas y el suelo durante la noche.

Polietileno Normal De Larga Duración: este tipo de PE tiene unas características idénticas al PE  normal, a excepción de su duración, que es bastante mayor, debido a los antioxidantes y  estabilizadores que lleva en su composición. La duración varia según la luminosidad y el régimen de  viento al que esté expuesta la lámina.

Polietileno Térmico De Larga Duración: el PE transparente térmico es un plástico que tiene la propiedad de dificultar mucho el paso de las radiaciones nocturnas (tiene una permeabilidad del 18% a  las radiaciones longitud de onda larga en grosores de 120-150 micrones). Esto permite a los  invernaderos cubiertos con este material que se anule casi en su totalidad la inversión térmica y que  las temperaturas mínimas absolutas sean de unos 2 ó 3 ºC más elevadas a las registradas en  cubiertas de PE normal. Tienen un gran poder de difusión de la luz (hasta 55% de la radiación  luminosa).


4. Necesidades específicas de los cultivos hortícolas cuanto a la luz, a la humedad y a la temperatura 

Tomates (Lycopersicon esculentum Mill.) 

Temperatura: La temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20 y 30ºC durante el día y entre 15 y 17ºC durante la noche; temperaturas superiores a los 30-35ºC afectan a la fructificación, por mal  desarrollo de óvulos y al desarrollo de la planta en general y del sistema radicular en particular.  Temperaturas inferiores a 12-15ºC también originan problemas en el desarrollo de la planta. A  temperaturas superiores a 25ºC e inferiores a 12ºC la fecundación es defectuosa o nula. La  maduración del fruto está muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la precocidad como a  la coloración, de forma que valores cercanos a los 10ºC así como superiores a los 30ºC originan  tonalidades amarillentas. 

Humedad: la humedad relativa óptima oscila entre un 60% y un 80%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del fruto y dificultan la  fecundación, debido a que el polen se compacta, abortando parte de las flores. También una humedad  relativa baja dificulta la fijación del polen al estigma de la flor.  

Luminosidad: valores reducidos de luminosidad pueden incidir de forma negativa sobre los procesos  de la floración, fecundación así como el desarrollo vegetativo de la planta. En los momentos críticos  durante el período vegetativo resulta crucial la interrelación existente entre la temperatura diurna y  nocturna y la luminosidad.  


Pepinos (Cucumis sativus L. )

Temperatura: las temperaturas que durante el día oscilen entre 20ºC y 30ºC apenas tienen incidencia  sobre la producción, aunque a mayor temperatura durante el día, hasta 25ºC, mayor es la producción  precoz. Por encima de los 30ºC se observan desequilibrios en las plantas que afectan directamente a  los procesos de fotosíntesis y respiración y temperaturas nocturnas iguales o inferiores a 17ºC  ocasionan malformaciones en hojas y frutos. El umbral mínimo crítico nocturno es de 12ºC.  

Humedad: es una planta con elevados requerimientos de humedad, debido a su gran superficie foliar,  siendo la humedad relativa óptima durante el día del 60-70% y durante la noche del 70-90%. Sin  embargo, los excesos de humedad durante el día pueden reducir la producción, al disminuir la  transpiración y en consecuencia la fotosíntesis. Para humedades superiores al 90% y con atmósfera  saturada de vapor de agua, las condensaciones sobre el cultivo o el goteo procedente de la cubierta,  pueden originar enfermedades fúngicas. Además un cultivo mojado por la mañana empieza a trabajar más tarde, ya que la primera energía disponible deberá cederla a las hojas para poder evaporar el  agua de su superficie. 

Luminosidad: el pepino es una planta que crece, florece y fructifica con normalidad incluso en días  cortos (con menos de 12 horas de luz), aunque también soporta elevadas intensidades luminosas y a  mayor cantidad de radiación solar, mayor es la producción.  

Pimientos (Capsicum annuum L.) 

Temperatura: es una planta exigente en temperatura. Los saltos térmicos (diferencia de temperatura entre la máxima diurna y la mínima nocturna) ocasionan desequilibrios vegetativos. La coincidencia de  bajas temperaturas durante el desarrollo del botón floral (entre 15 y 10ºC) da lugar a la formación de  flores con alguna de las siguientes anomalías: pétalos curvados y sin desarrollar, formación de  múltiples ovarios que pueden evolucionar a frutos distribuidos alrededor del principal, acortamiento de  estambres y de pistilo, engrosamiento de ovario y pistilo, fusión de anteras, etc. Las bajas  temperaturas también inducen la formación de frutos de menor tamaño, que pueden presentar  deformaciones, reducen la viabilidad del polen y favorecen la formación de frutos partenocárpicos. Las  altas temperaturas provocan la caída de flores y fruto pequeños. 

Humedad: la humedad relativa óptima oscila entre el 50% y el 70%. Humedades relativas muy elevadas favorecen el desarrollo de enfermedades aéreas y dificultan la fecundación. La coincidencia  de altas temperaturas y baja humedad relativa puede ocasionar la caída de flores y de frutos recién  cuajados. 

Luminosidad: es una planta muy exigente en luminosidad, sobre todo en los primeros estados de  desarrollo y durante la floración 



5. Conclusiones 


No todos los invernaderos son iguales, y las condiciones regionales deben ser evaluadas de manera  que se considere que el objetivo principal de la agricultura bajo plásticos es un mayor abastecimiento  de alimentos , menos costoso y más seguro. 

El mayor conocimiento del efecto de la luz sobre las plantas, está dirigiendo los nuevos desarrollos de materiales hacia una modificación de la radiación incidente en los invernaderos para producir  diferentes efectos como por ejemplo: antigoteo, antibotrytis, antivirus, etc. Los efectos pueden  involucrar la reducción en el uso de fitosanitarios con el consiguiente beneficio ambiental. 

La  agricultura intensiva bajo invernadero se está encaminando hacia un mayor control del clima, que  implica mejoras en estructuras y en materiales de cubierta, principalmente el PE con mejoras de las  propiedades mecánicas y de las propiedades ópticas. Sin embargo, no basta con sólo invertir en un  invernadero que cumpla con los requisitos para el manejo de los factores de producción. Lo  importante es realizar el control de estos factores, en forma oportuna y aplicando las técnicas  adecuadas requeridas para cada cultivo, zona o tipo de instalación. Pero sobretodo con un uso  eficiente de los recursos involucrados, tales como mano de obra y otros insumos