El primer invernadero hortícola piloto, climatizado con energía geotérmica de
baja temperatura, que permitirá mejorar los rendimientos productivos, disminuir
las perdidas productivas debido a bajas temperaturas, a un bajo costo energético
y económico, se puso en funcionamiento en la comuna de Lampa en Chile. El
proyecto —único a nivel nacional— es cofinanciado por la Fundación para la
Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura, con recursos del Fondo
de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional Metropolitano, y
desarrollado por el empresario agrícola Sergio Aguilar.
La energía geotérmica de baja temperatura es una tecnología usualmente
considerada a medio camino entre la eficiencia energética y las Energías
Renovables No Convencionales (ERNC), ya que pese a utilizar energía presente en
la tierra y provenir gran parte de ella desde el sol, requiere el consumo de
energía eléctrica, para su funcionamiento. De esta forma una gran parte de la
energía que entrega el sistema, la obtiene desde el ambiente y otra pequeña
desde el suministro eléctrico.
La iniciativa —que trabajará con cultivos de rúcula, berro y menta—
busca establecer el uso de bomba de calor geotérmica, para permitir el control
de la temperatura de forma dinámica y así poder optimizar el aporte de calor al
invernadero. En Chile, este tipo de tecnología hoy sólo es usada para fines
residenciales y algunas aplicaciones industriales.
La producción de cultivos bajo invernadero requiere regímenes
térmicos de baja variabilidad y temperaturas mínimas más elevadas, superiores a
12º C, límite considerado como el mínimo. Por debajo de éste, las especies de
hortalizas y flores ralentizan el crecimiento, presentan síntomas de deterioro y
se afecta la productividad de los cultivos.
Menos costes
El coordinador de la iniciativa, Abdo Fernández, explica que el
sistema que se está probando, lo que hace es bombear agua de un pozo a través de
una máquina. Esta agua ingresa a unos 15ºC y se devuelve de inmediato a unos
8ºC. “Ese diferencial de temperatura —agrega— es el que se aprovecha para
calentar el agua del sistema de acumulación de calor, desde donde luego se
distribuye al invernadero por sistemas de calefacción ambiental y del agua, en
el caso de las camas hidropónicas”.
De ser positivos los resultados de este proyecto, el uso de geotermia
—en estas instalaciones— podría reducir hasta en 50% los costos en energía.
También se pretende cuantificar si el uso de este sistema es
conveniente en lo ambiental, reduciendo la cantidad de energía primaria
utilizada para lograr una producción intensiva bajo invernadero y, por tanto,
reduciendo la huella de carbono global de este tipo de cultivos.
"Además de menores costos energéticos, se obtiene una mejor calidad
de producto, ya que la planta está en condiciones más cómodas para
desarrollarse. Esto puede provocar una producción incluso más temprana, lo que
sumado a lo anterior, impactaría en mejores precios para el agricultor. Y por
último, algo que nos interesa mucho, éste es un proyecto replicable para otras
zonas del país, especialmente para las regiones del sur", destaca el ejecutivo
de innovación de FIA y supervisor de la iniciativa, Rodolfo Cortés.