La enfermedad se encuentra ampliamente diseminada en todas las áreas de plantación de este cultivo y otros como tomate, pepino, melón y zapallito de tronco, constituyéndose en un serio problema tanto en condiciones de campo como en cultivos protegidos en las zonas de Salto y Bella Unión. Cuando los ataques son importantes todo el cultivo es devastado.
La enfermedad se encuentra ampliamente diseminada en todas las áreas de plantación de este cultivo y otros como tomate, pepino, melón y zapallito de tronco, constituyéndose en un serio problema tanto en condiciones de campo como en cultivos protegidos en las zonas de Salto y Bella Unión. Cuando los ataques son importantes todo el cultivo es devastado.
Síntomas
Este hongo produce una podredumbre de color marrón oscuro tanto en las raíces como en la base del tallo hasta una altura de 10-15 cm sobre el nivel del suelo. La pudrición de las raíces conduce a que la planta se marchite y muera. En algunas situaciones, aunque esto no es muy común observarlo en nuestras condiciones, se produce ataque en las hojas produciendo lesiones húmedas.
También el ataque de esta enfermedad se produce en las almacigueras previo al trasplante.
Ataque Post-trasplante
A los pocos días del trasplante, en condiciones propicias para el desarrollo de la enfermedad, las plantitas comienzan a marchitarse en las horas posteriores al mediodía cuando la temperatura es más alta. Con el avance de los días, el marchitamiento se va haciendo más pronunciado y se comienza a observar un anillamiento y amarronamiento de la base del tallo hasta que al fi nal la planta muere.
Al inicio, las hojas de la parte de abajo son las primeras en perder turgencia y paulatinamente las hojas más nuevas presentan el mismo síntoma.
Ataque en Planta Adulta
Las plantas enfermas se pueden encontrar en forma dispersa en toda la plantación aunque en los bordes de los invernaderos se detectan a veces fi las enteras, asociadas a condiciones más altas de humedad en el suelo.
Las plantas comienzan al principio con un marchitamiento leve y posteriormente toda la planta muere. Este síntoma es a veces confundido con la enfermedad producida por la bacteria Raistonia solanacearum (Smith) Yabuuchi et al. comúnmente llamada “murchera”. De cualquier manera esta bacteria no produce síntoma sobre la base del tallo de la planta lo que la diferencia del ataque de phytophthora.
Organismo Causal y Algunos Aspectos de su Epidemiología
El marchitamiento producido por este patógeno, es producido por Phytophthora spp, hongo oomycete. Este hongo se dispersa fácilmente por la lluvia, el viento o el agua de riego. La presencia de agua sobre la superfi cie de las plantas o en suelos saturados facilita la diseminación, resultando infectadas las raíces o partes de la planta que estén sobre la superfi cie del suelo.
En condiciones de invernáculo, el desnivel de los canteros que facilita que se junte agua o la acumulación de la misma debido a la rotura de los techos, las líneas de riego o la entrada de agua desde afuera del invernáculo inciden notablemente en la infección de este hongo. También la presencia de agua excesiva en condiciones de campo y el anegamiento en algunas zonas bajas es esencial para la infección de este hongo.
Las temperaturas más favorables para el crecimiento del patógeno oscilan entre 7 y 37° C pero la temperatura óptima para la producción de zoosporas y el proceso de infección oscila entre 27 y 32° C. En condiciones ideales, los síntomas se producen en 3 o 4 días después de la infección. Ésta es una de las razones por la cual los ataques pueden avanzar rápidamente.
Las infecciones se producen cuando el inóculo primario se establece y posteriormente se genera la pudrición en las raíces que avanza hasta producir ataque en la corona. Un aspecto muy importante es que este hongo se puede mover de raíz a raíz abajo en la pendiente junto al agua de riego. A medida que las raíces crecen se ponen en contacto con el inóculo. Otra manera de infección es por el movimiento de las zoosporas a las raíces y también por contacto entre raíces.
En condiciones de invernáculo esta es una de las maneras predominantes de dispersión en suelos con alta infección. La dispersión del inóculo a las partes aéreas de la planta se da principalmente a través del viento o por salpique en el caso de cultivos a campo.
Control
El control de esta enfermedad se basa principalmente en prácticas de manejo que incluyen varios aspectos. Deben utilizarse semillas y mezclas para las almacigueras libres de la enfermedad.
Si se utilizan turbas buenas no hay problema ya que se considera que están sanas. En el caso de preparación de mezclas especiales para el almácigo, deben ser esterilizadas con productos desinfectantes de suelo tales como el Basamid. También se puede utilizar la solarización con la adición de Metam sodio aunque esto debe prepararse con más tiempo. La esterilización del suelo con vapor también es una medida que puede ser utilizada.
Es importante también la desinfección de las bandejas que se utilizan para hacer los almácigos como medida preventiva, con hipoclorito de sodio al 3%. Las bandejas se deben sumergir en esta solución por unos 30 minutos y posteriormente se deben lavar profusamente con agua para evitar que queden residuos que afecten el cultivo.
Los lugares donde se van a trasplantar las mudas deben tener los canteros bien nivelados, con una altura sufi ciente como para evitar la acumulación del agua, sobre todo en suelos pesados. A su vez hay que asegurarse que no entre agua de afuera del invernadero, así como que no haya techos averiados o líneas de riego en mal estado que produzcan pérdidas de agua, con acumulación de la misma en algunos lugares del invernáculo.
Es muy importante que el agua de lluvia que cae de los techos del invernáculo corra en canales que estén más bajos que el nivel del suelo del invernáculo para evitar su introducción al mismo. La solarización sola o con el agregado de materiales verdes, tales como plantas de maíz, dan buenos resultados en el control de este hongo al igual que la solarización combinada con Metam sodio.
El control químico no ha dado buenos resultados inclusive con productos específi cos para su control. Existen algunos cultivares de pimiento que tienen tolerancia a la enfermedad que pueden ser plantados en los lugares más críticos del invernadero, como son los canteros del borde de los mismos.
De inmediato al trasplante, se recomienda aplicar metalaxil o propamocarb clorhidrato mezclado con captan o benomil para controlar el ataque postransplante, dirigido hacia la base de la planta mojando el tallo y el suelo a su alrededor. La aplicación se debe realizar con una mochila de mano sin el pico a razón de 200 cc por planta.